Suma Marka ONGD lanza su plataforma de capacitación virtual

Con el objetivo fortalecer las capacidades de los ciudadanos de todas las edades, tanto del ámbito rural como urbano, Suma Marka ONGD, en marco a su proyecto: “Fortalecimiento de capacidades ciudadanas en la gestión integrada de los recursos hídricos mediante la vigilancia y monitoreo ambiental comunitario en la Microcuenca de la Laguna de Chacas”,  financiado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial GEF del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD y cofinanciado por la Agencia Católica para el Desarrollo en el Extranjero CAFOD, pone a su disposición su plataforma de capacitación virtual gratuita.

En esta plataforma se habilitarán mensualmente hasta el mes de febrero del 2021 programas de capacitación referidos a la gestión del agua y territorio en microcuencas, con un lenguaje amigable y con temas de fácil comprensión.

En noviembre 2020 ponemos a disposición el programa titulado Reconociendo Nuestro Territorio, con los módulos: Cuenca hidrográfica, Suelo, Flora, Fauna silvestre y Clima.   Cada módulo cuenta con un componente teórico y otro práctico, además de un apartado de recursos en el que encontrarás publicaciones, videos o infografías que te ayudarán a profundizar el tema de estudio, además de videos didácticos que ayudarán a fortalecer el aprendizaje y con ello esperamos que cada participante cuente con herramientas básicas para iniciar un proceso de generación de información que contribuya a un proceso de gestión del agua y territorio en su microcuenca.

Para capacitarte y recibir una certificación, es necesario que realice su registro solicitando su cuenta y contraseña a través de la plataforma virtual de capacitación de Suma Marka ONG en el siguiente link:  https://edu.sumamarka.org/

Estaremos atentos a tus comentarios.

Estudio sobre uso de mascarillas revela cuáles tienen más eficiencia

El estudio del Centro de Estudios por un Aire Limpio (CEAL) explicó que un diseño inadecuado y que no tenga un buen ajuste al rostro puede disminuir notablemente la protección.

El tipo de tela y cantidad de capas puede variar el nivel de protección de la mascarilla. | Fuente: Andina

La mascarilla es de uso obligatorio en todo el territorio nacional a raíz del Estado de Emergencia por el nuevo coronavirus. Está comprobado que la mascarilla es uno de los métodos más eficaces para prevenir el contagio de este virus.

Según cifras oficiales del Ministerio de Salud, la probabilidad de contagio entre dos personas sin mascarilla es de 90%. Sin embargo, este se puede reducir a 1.5% si ambas personas tienen puesta, de manera correcta, la mascarilla.

Frente a esta “nueva normalidad” donde el uso de mascarilla es obligatorio e indispensable, el Centro de Estudios por un Aire Limpio (CEAL), una iniciativa de la Asociación peruana Sumamarka ONGD, realizó un estudio sobre la eficiencia de filtración en mascarillas comunitarias.

Dentro de sus resultados, las mascarillas con más eficiencia fueron: la de dos capas sintéticas con un porcentaje de 95%; seguida por la de 3 capas con algodón jersey y notex, con un porcentaje de 93%; y, en tercer lugar, la de 5 capas antibacterial con 92%.

Estos tipos de mascarillas son de uso comunitario, es decir que no son de uso profesional para los médicos. La diferencia es que las profesionales tienen un certificado internacional, mientras que las de uso comunitario no. La población puede acceder a cualquiera de estas mascarillas comunitarias que tienen diferentes diseños, materiales o capas.

El CEAL compartió algunas conclusiones para que la ciudadanía tenga en claro cuáles son las mascarillas más eficaces. Además, los especialistas aseguraron que al usar la mascarilla de forma incorrecta se reduce totalmente la eficiencia. La mascarilla debe tapar nariz y boca juntos.

El estudio concluyó que las mascarillas reducen la transmisión de gotículas y aerosoles y pueden ser muy eficientes para proteger a la población no infectada. Sin embargo, el tipo de tela y cantidad de capas puede variar el nivel de protección.

Ante esto, no se recomienda el uso de mascarillas de una sola capa pues la eficiencia de filtración de las diversas telas probadas va desde 70% al 82%. Habiendo otras mascarillas con mucho más porcentaje de protección. Agregarle una capa adicional mejora la protección hasta en un 20%.

Dejando de lado los materiales y el número de capas, un diseño inadecuado y que no tenga un buen ajuste al rostro puede resultar en una notoria disminución de la protección de la persona, menciona el mismo estudio.

El correcto uso de la mascarilla, el lavado de manos y la distancia social son hasta ahora los métodos más eficientes y recomendados para prevenir el contagio del nuevo coronavirus.

Fuente: RPP

Coronavirus en el Perú: Recomiendan uso de mascarilla de franela para protección

El Centro de Estudios por un Aire Limpio (CEAL) realizó pruebas a las mascarillas más comunes que se venden en el Perú por el coronavirus, con el objetivo de demostrar su eficiencia. Luego de ello recomendó el uso de un modelo de mascarilla de franela.

Según se conoció, esta mascarilla protege a la persona que las usa hasta en un 90 % de fluidos y partículas. Giuliana Barrera, directora del CEAL, refirió que las normas internacionales recomiendan que las mascarillas tengan una protección alrededor del citado porcentaje.

Reveló que muchas de las que se usan comúnmente no cuentan con este estándar. Indicó que las mascarillas deben de ser de un buen material y ajustarse al rostro.

En el Laboratorio Green Group, expertos del centro probaron los materiales de las diversas mascarillas. Se determinó que unas de polipropileno de 60 gramos por metro cuadrado, tiene una eficiencia de 70 %, pero al no acomodarse adecuadamente su diseño al rostro, esta baja a 30 %.

Por su parte, las mascarillas de poliéster de tejido plano, ofrecen 73 % de protección, pero al ser poco elástico en uno de sus diseños, esto se reduce a un 20 %.

Los especialistas determinaron que la mascarilla de franela de tres capas es la que cuenta con mayor protección. Fue sometida a un generador y a un analizador de partículas mostrando un 90 % de eficiencia por su modelo y porque se amolda al rostro. 

El diseño de esta mascarilla se encuentra en el Facebook del CEAL y según refirieron confeccionarla no es costoso.

Fuente: Canal N

Proteger la agricultura en tiempos de pandemia

El agro necesita una respuesta integrada e inclusiva para superar la crisis y continuar creando oportunidades de un futuro sostenible

En Perú, más de 2.2 millones de personas se dedican a la agricultura familiar, principalmente en zonas andinas como Cajamarca, Cusco y Puno. Juntas producen el 80% de los alimentos que consumen las ciudades y son las principales aliadas en la lucha contra el hambre y la desnutrición.

Pese a que cumplen un papel importante para asegurar la provisión de alimentos esenciales, generar empleo y dinamizar economías locales, el 88% de hogares rurales son vulnerables, de acuerdo a la reciente investigación de Vulnerabilidades en las Familias Peruanas del PNUD. En tiempos de pandemia, ¿qué se necesita para proteger la agricultura y a quienes viven de ella?

Cuarentena en las montañas

El último estudio del Índice de Desarrollo Humano (IDH) demuestra que existe una relación inversa entre el piso altitudinal y el desarrollo humano, pues este último va reduciéndose conforme se incrementa la altitud en el territorio. Es decir, la zona andina, que concentra 57% de la superficie agropecuaria nacional, tiene los niveles más bajos del país.

Con la agudización de la crisis sanitaria, la política de aislamiento implementada para combatir el COVID-19, coloca a las comunidades de la sierra, en especial las altoandinas y rurales, en una situación todavía más crítica pues carecen de un sistema de protección social adecuado, financiamiento y acceso a mercados.

En temporadas normales, la comunidad de Chillihuani, en Cusco trabaja cosechando papa, mashua y diversos tubérculos andinos. Foto: Jasmin Ramirez / PNUD Perú – PPD


“Estamos casi en la época de la cosecha, deberíamos estar trabajando en la chacra y buscando mercados, pero no podemos trabajar ni vender la producción porque no hay transporte. No tenemos otro tipo de ingreso económico”señala Silvio Cacallica desde la comunidad de Ancocala, en Tacna.

Dicha región es la principal productora y exportadora de orégano del país, pero también se verá afectada. “Nosotros vendíamos a intermediarios que exportaban a Europa y Brasil, pero ahora no vamos a poder hacerlo porque no hay transporte hacia la ciudad, todo eso vamos a perder”, recalca también.

El caso de Gertrudis Mamani es diferente. En el distrito de Corani, en Puno, la comunidad logró organizarse y vender la cosecha de papa nativa al municipio para las canastas básicas familiares que está entregando el Gobierno. Esto les ha permitido conseguir un poco de ingresos para pasar la cuarentena y guardar la semilla para la próxima siembra.

“Ahora estamos en etapa de barbecho, preparando el terreno para los próximos cultivos. Podemos ir a la chacra, pero vamos uno por uno, ya no todos juntos”, asegura Gertrudis.

Los testimonios de Silvio y Gertrudis nos dan una idea de cómo viven la cuarentena nuestros agricultores en los Andes, pero son solo una muestra de los problemas que enfrenta la agricultura familiar en distintas escalas. De acuerdo a la FAO, esta se divide en tres tipos: consolidada, en transición o de subsistencia. La solución para afrontar los retos que nos deja la pandemia, debe partir desde el diseño de políticas y propuestas diferenciadas para cada uno de estos segmentos.Silvio Cacallica, agricultor de la comunidad de Ancocala en Tacna.

Gertrudis Mamani y la cosecha de papa nativa que recupera en Corani, Puno.


La agricultura familiar salva vidas

Urge tomar medidas para proteger el agro en esta emergencia, para no poner en riesgo el abastecimiento de alimentos y evitar que las brechas de desigualdad del sector rural se hagan todavía más grandes.

En primer lugar, es necesario garantizar la seguridad alimentaria de los agricultores y sus familias ya que no producen todos los alimentos necesarios de la canasta básica.

En circunstancias normales, por ejemplo, Silvio tenía que viajar 1 hora en colectivo hacia la ciudad más cercana para comprar alimentos. Ahora que no están disponibles los medios de transporte, debe caminar. “Lo peor es que tampoco hay alimentos en la ciudad, no hay aceite, ni arroz, todo está desabastecido porque lo poco que llega se acaba rápido”, señala.

Situación Similar enfrenta Jesús Melo de la comunidad de Chillihuani, ubicada en el distrito cusqueño de Cusipata. “Ahora solo tenemos papa y chuño, estamos viendo que vamos a tener que racionar la poca comida que hay para que nos alcance, tenemos que hacerlo durar”, comenta con preocupación.

Para atender este problema, en un esfuerzo intersectorial entre el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), Ministerio de Agricultura (Minagri) y Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), un millón de hogares rurales del país recibirán un subsidio económico a fin de facilitarles el cumplimiento del aislamiento social obligatorio.Jesús Melo junto a su familia en la comunidad de Chillihuani, en Cusco.

Mashua andina. Comunidad de Chillihuani, en Cusco.

Por otro lado, evitar que la actual y futura campaña agrícola se vean afectadas también es una prioridad. Para ello, el Minagri ha dispuesto destinar 600 millones de soles para reactivar el agro a través de financiamiento directo a pequeños agricultores, así como el refinanciamiento de las deudas vigentes que algunos de ellos tienen a Agrobanco y otras entidades financieras.

Los agricultores están a la espera de que se activen dichos mecanismos y puedan seguir trabajando. “No necesitamos que nos regalen dinero, necesitamos seguir trabajando, creo que es lo mejor que podrían darnos” puntualiza Silvio Cacallica, quien en 2019 recibió el reconocimiento como “Héroe del Paisaje”, que otorga el Global Landscape Forum, por liderar la recuperación de prácticas ancestrales en su asociación de agricultores.

Una red de resiliencia

Del total de la superficie agropecuaria del país, 62% es manejada por comunidades campesinas e indígenas principalmente en la sierra y la selva. Dichas comunidades, a pesar de haber sido históricamente excluidas, son guardianas de nuestra agrobiodiversidad, y poseen conocimientos ancestrales clave para fortalecer la lucha contra el cambio climático, el hambre y la pobreza.

Como país megadiverso, a lo largo y ancho del territorio existen semillas, plantas, tubérculos, hongos y animales que conforman una gran red de resiliencia de la cual depende nuestra supervivencia y que debemos resguardar. 

En temporadas normales, las mujeres de la comunidad de Ancocala se encargan de cosechar y seleccionar semillas de papa.

En toda América Latina y el Caribe, 60 millones de pequeños productores están en riesgo. Proteger la agricultura familiar es clave para superar la crisis, pero también para construir un futuro más allá de la pandemia.

El coronavirus nos sorprende justo al inicio del Decenio de las Naciones Unidas para la Agricultura Familiar (DNUAF), periodo en el que se espera poner en valor su contribución a la seguridad alimentaria y el desarrollo rural. Si enfrentamos esta situación mediante una respuesta y gestión integrada e inclusiva, el agro puede emerger como un sector que continúe creando la oportunidad de reimaginar un futuro más seguro y sostenible. Desde el Programa de Pequeñas Donaciones del GEF (PPD) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) reafirmamos nuestro compromiso de seguir acompañando a las comunidades más vulnerables en su lucha por sistemas alimentarios sostenibles, inclusivos y amigables con el ambiente.

Publicado previamente en PNUD Perú

Fuente: PROGRAMA DE PEQUEÑAS DONACIONES – PPD PERÚ


Se eleva a más de 603 los trabajadores mineros contagiados de covid-19, al 19 de mayo.

El día de hoy la empresa minera Marcobre reportó 128 casos de COVID-19 entre los trabajadores de su campamento minero de Marcona, en la región Ica. A este reporte, se suma el realizado por al empresa minera Minsur – San Rafael de la provincia de Melgar, región Puno, realizado el viernes 15 de mayo pasado por la noche.

Hasta el 15 de mayo por la mañana, el reporte de fuentes oficiales sistematizado y verificado por Red Muqui a través de los comunicados de las empresas mineras, Sunafil, Direcciones Regionales de Salud, y hospitales regionales y provinciales, daba la suma de 505.

Hoy la suma de los casos reportados estos últimos días más los 505 reportados anteriormente, suman ya 603 trabajadores contagiados de coronavirus. La suma es mayor debido a que varios sindicatos de trabajadores mineros están denunciando que las empresas mineras no quieren emitir comunicados oficiales sobre la situación de los trabajadores, como es el caso de la empresa minera Corona en la región de Junín, que según el sindicato tendría un promedio de 12 trabajadores con COVID-19

Al respecto, hasta ahora el Ministerio de Energía y Minas y el Ministerio de Trabajo no han emitido ningún informe oficial del registro que llevan. Hace unas semanas, el viceministro de Energía y Minas señaló que tenía una cifra menor al total de los reportes de las empresas mineras que ya se conocían públicamente.

Fuente: MUQUI INFORMA – NOTICIAS